La popular modelo chilena rompió su silencio luego de ocho años de críticas.
Kenita Larraín puso punto final a una pregunta sin respuesta desde hace ocho años: ¿por qué canceló a última hora su boda con Iván Zamorano? La primicia se la dio al programa “Fruto prohibido”, donde explicó que estaba cansada de ser descalificada moralmente por su decisión.
“De ser la princesa que se iba a casar con él, pasé a ser tildada de prostituta. Hasta el día de hoy para muchos soy solo eso y no me parece justo”, afirmó Larraín.
Según explicó la modelo, la verdadera razón por la que nunca apareció en el lugar donde se iba a realizar su enlace con el ex capitán de la selección chilena de fútbol fue la siguiente: violencia.
“El matrimonio lo cancelé yo porque tuvimos una discusión muy grande. La pelea fue distinta a las otras porque para mí fue como un remezón, sentí que desperté (...) Iván me agredió física y psicológicamente. Antes no lo dije antes porque estaba enamorada. No tengo pruebas de lo que pasó, solo es mi palabra contra la suya“, declaró Larraín, quien dijo haber sentido por muchos años miedo de hablar de las agresiones de las que fue víctima.
“En ese momento sentí mucho miedo y vergüenza. (Ahora me doy cuenta que) nadie tiene que aguantar una cosa así. Uno se siente no querido. Es una situación muy difícil de vivir para cualquier mujer”, dijo.
Iván Zamorano y Kenita Larraín se comprometieron en matrimonio en el 2004. La boda civil se iba a realizar en el departamento de la modelo el 12 de febrero; sin embargo, esta nunca apareció, pues viajó sorpresivamente a España. El silencio que se guardó tras lo ocurrido generó especulaciones durante muchos años.
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